jueves, 9 de mayo de 2013

LENTO SUPLICIO

 
El final de un muelle
 
 
 
En estos momentos de desespero
cuando lo siniestro acecha furioso
busco
busco envano
busco en vano sin respuesta
una solución una esperanza
 
Cansino ya por los años vividos
hastiado de los amores fugaces
deseo
deseo un amor
deseo un amor duradero
pero esa luz tenue no la encuentro
 
Ya no soy aquel joven arrogante
despilfarré mis caudales sin medida
soy viejo
soy anonimo
soy espectro
ya casi seré un pordiosero
 
Toda mi vida pasa a raudales
como vertiginosas saetas
lacerantes
nostalgicas
escabrosas
y vienen a martirizar mi alma herida
 
El tiempo sigue jugando en mi contra
ahora los segundos parecen burlarse
¿donde?
¿donde estás?
¿donde estás amor?
ya no hay almas salvadoras
 
Ya nada importa, ha muerto la esperanza
solo el refugio final es mi alternativa
lejos de todo
lejos de ellas
lejos, muy lejos
como las claras noches del soleado dia

1 comentario:

Elda dijo...

Hay querido amigo, verdad es que el tiempo corre que vuela y da la impresión que ya no se encontrará nada, porque nos parece demasiado tarde.
Es un poema precioso Carlos, con unos versos llenos de ansiedad por encontrar ese amor sereno que con los años, es el autentico.
Te dejo mi abrazo.