CUENTOS CORTOS








 

                               DE MAL  EN  PEOR

Eran pasadas las tres de la tarde, desde muy temprano había salido a caminar en busca de un empleo, así fuera de barrendero, ya estaba cansado de insistir con las hojas de vida, estaba al borde de la ira de tanto escuchar: ¨no nos llame, nosotros nos comunicamos con usted¨ por eso se dedicó ese día a entrar a cuanto taller de reparaciones, lavaderos de autos, plazas de mercado, pensó que tal vez un empleo de ínfima categoría si le seria más fácil de conseguir... ¡Vana ilusión! de nuevo las negativas, de nuevo la otra repetida frase que ya le colmaba la paciencia; ¨no hay vacantes.¨

Ahora, cuando el sol lo golpeaba cada vez con más fuerza, caminaba como un ente, sin rumbo fijo, solo pensando en su esposa, sus hijos, pronto ya no tendría como darles el mínimo sustento, en sus divagaciones varias veces se cruzaron ideas locas, como la de asaltar alguna tienda, o robar la gran tienda por departamentos donde trabajó hasta hace unos días, pero siempre salían a relucir las enseñanzas de sus padres, el respeto, el honor y el amor al trabajo honrado... ¡¨Como si eso fuera a darle de comer a mi familia¨!pensaba en esos momentos desesperados.

Varias veces estuvo a punto de ser arrollado por los veloces e imprudentes taxistas, ¿qué le diría a su mujer? ¡La pobre siempre tan ilusa! le dice todos los días de estos tiempos recientes; ¨hoy es el día, estoy segura de eso. No le discutía porque era su forma de darle ánimos, eso y un beso era lo que lo motivaba todas las mañanas para ir en busca del ansiado empleo, sin pensar, llegó donde un viejo conocido tenía una gran fábrica, varias veces le había insinuado que lo buscara, en la gran puerta habían varios caballeros de traje, a un costado de la entrada había un hombre muy mayor lavando un lujoso auto.

Con cautela, se acercó al viejo que lava el automóvil, y con voz cansada, le dijo;
__ Disculpe señor, ¿puede darme un poco de agua?
el viejo le extendió la manguera y él tomó hasta saciar por completo su sed, tomo una pausa y bebió otro poco, luego la devolvió al lavador del auto
__Conozco al dueño de esta fábrica, es un amigo de la universidad._ dijo para iniciar una conversación

El veterano de mil batallas en la vida lo miro con esa paciencia que solo dan los años y le respondió

__¿Usted viene a pedirle un empleo? mala cosa caballero, son tiempos muy malos, el pobre quebró la fábrica, la señora se fue con otro, fíjese, estoy lavando el auto para ganarme unos pesos. Hoy estuve de buena fortuna así sea poca, mañana... ¡Quien sabe!

 
 

ESTEBAN



Eran las cuatro de la mañana de ese miércoles lluvioso, Esteban se asomó a la ventana y perezosamente corrió la cortina tan solo unos centímetros,  solo para corroborar si ese ruido escandaloso que le había despertado era producto de el golpeteo del agua lluvia sobre el tejado de latas, con más desgano que alivio comprobó que era cierto, ya con el sueño bien lejos de su cuerpo se levantó para iniciar el nuevo día.

Mientras el agua fría le corría por su cuerpo no dejaba de sentir ese calor asfixiante que casi no lo deja conciliar el sueño, apenas era la mitad de la semana y ya se sentía cansado, era otro día mas en el infernal laberinto del trafico citadino, lo esperaba aquel vetusto autobús modelo 70 que conducía durante casi doce horas, el mismo cacharro que conducía desde hacía veinte años, el mismo por el que su esposa lo abandonó llevándose  los dos hijos y el perro, eso sí; no sin asegurarse ante el tribunal de familia la manutención  para sus críos,  a pesar de todas sus preocupaciones, ese día para el solo le importaba ese espantoso sofoco que le perturbó el sueño.

Mientras se vestía procuraba concentrarse en la jornada del día, en todos los pasajeros con los cuales debería  lidiar, pero de nuevo la preocupación, Esteban ya no era el hombre jovial y agradable cuando vivía con su familia, ahora tan solo era otro conductor de autobús aburrido con su trabajo, antes de salir, sin tomar siquiera un poco de café, lanzó un puñetazo al aire y dijo a grito herido;
__ Esta tarde dejo este trabajo de porquería, ya me aburrí de ser un esclavo de un autobús maloliente, hasta hoy!

Esa fue una de las razones por lo que su mujer lo abandonó, se cansó de oír esa misma queja durante quince años

 

ABUELITO, ABUELITO,
¿DONDE ESTAS?
 
 
  Martín Gonzales vivía despreocupado de todo, poesía gran fortuna y durante muchas décadas fue muy bien amado por mujeres en los todos rincones del planeta, por eso cuando decidió que descansaría de andar azotando el mundo se refugió en su amada mansión, allí comenzó a disfrutar de paz y tranquilidad por años...

Solo vino a inquietarse cuando tuvo la certeza que era el único que los veía, siempre puntuales a la misma hora, estando o no en compañía, todo empezó cuando solo veía a un hermoso gato de angora, a los días, una elegante dama y su impecable esposo, los dos sentados tomando él te a eso de las 5 y 30 pm, poco después se completó el cuadro fantasmagórico con la aparición de una niña de seis años que correteaba detrás del gato, siempre llegaban puntuales y media hora después desaparecían, eso hizo que Martin Gonzales, tomara una simpática decisión; planeo actividades para cada día a esa hora, lo que fuera para eludir las apariciones... la cosa funcionó muy bien durante cinco meses, porque las cosas comenzaban a complicarse más.

La familia fantasmagórica comenzó a llegar cada vez más temprano y se marchaban a eso de las ocho de la noche, a Martín le llamaba la atención que ellos se veían como una familia feliz, era domingo cuando escucho una voz infantil que decía; ¨¿Abuelito, abuelito, estas aquí?¨ y tarareaba una canción francesa que nunca había escuchado, de pronto se le ocurrió que en la casa hubiesen vivido esos fantasmas, acudió a todas las autoridades competentes y tuvo que descartar la hipótesis, su mansión había sido edificada sobre un terreno casi salvaje, estaba decidido a no darse por vencido, hizo venir a su amigo y eximio retratista Velásquez para que pintara a los fantasmas según lo que él fuera describiendo
__Estás loco Martín, pero es tu dinero, tú pagas yo pinto__ cuando estuvo listo, lo hizo ver de cuanta autoridad conocía, el resultado; no habían datos de esa familia.

Tan solo un año después de la primera aparición, ya la familia fantasmal vivía de planta, Martín estaba más que resignado y su criado de confianza comenzaba a tenerle lastima muy discretamente, una tarde de sábado mientras descansaba en su silla preferida del gran jardín, llego se súbito una elegante señora que muy afable le dijo;
__¨Es tiempo que arregles tus asuntos terrenales, te queda poco tiempo y el reloj está corriendo.¨

Entonces, busco a sus abogados y dispuso que toda su fortuna fuera para su único hijo, el cual no veía hace muchísimo tiempo, liego acudió a donde su primo el cardenal y se confesó, eran las 8 pm de ese viernes cuando entro a su mansión y saludo a su leal criado y luego a sus fantasmas favoritos, tomo algo ligero de cena y se retiró a su habitación, se acostó sin cambiarse y cerró los ojos, sonreía mientras escuchaba la voz de la pequeña que decía...¨abuelito, abuelito, ¿dónde estás?¨

Tres días después de los funerales, el mayordomo de la mansión abre la puerta de entrada porque ha llegado el único hijo de su difunto patrón, ya hay un automóvil en la entrada de la mansión, le llamo con anticipación dos días antes, estaba muy intrigado por conocerle, entonces ve con asombro como entra sigiloso un fino gato de angora y se adueña del sillón favorito de don Martín, después, una elegante dama y su esposo, casi se desmaya mientras veía el cuadro y sus nervios casi estallan cuando entra la pequeña diciendo;
__Abuelito, abuelito, ¿dónde estas?

 
 

                                                HUEVOS CON TOCINO

 

Abrió su bellos y encantadores ojos verdes aquella mañana sin sol, mecánicamente se levantó y corrió presurosa al baño segundos antes que el despertador comenzara su escandaloso llamado diario, el agua fría que brotaba de la ducha sirvió para desterrar de su rostro cualquier residuo de somnolencia, mientras se enjabonaba, comenzó a pensar en las cosas que le esperaban durante todo el día.

Estaba motivada por haberle ganado al despertador, se vistió sin prisa pero sin pausa con el uniforme que había dejado listo la noche anterior, mientras se peinaba su rostro se llenaba de alegrías, nada ni nadie podría amargarle aquella mañana, esta vez Etelvina la criada, no tendría necesidad de apurarla por órdenes de sus padres, antes que apareciera, tomo su maletín y salió veloz hacia las escaleras, a ese momento solo pensaba en deleitarse con su desayuno favorito, huevos con tocino y un enorme vaso de jugo de naranjas.

Llegó al comedor como si hubiera ganado una medalla olímpica, seria felicitada por dejar su cama tendida y muy bien templada... En medio de su euforia, no captó que tanto sus padres como sus dos hermanos la miraban entre asombrados y asustados, tampoco captó que ninguno de los cuatro estaba vestido para la rutina diaria, menos se dio cuenta que Etelvina no estaba en la cocina, su madre, luego de sobreponerse un poco a la sorpresa le preguntó;

__Luciana... ¿te sientes bien?
__ Si mamá, perfectamente... ¿y mis huevos con tocino?__ respondió sin darse cuenta todavía que todos estaban en ropa deportiva
__Luciana... de verdad ¿no estas enferma?_ volvió a interrogarle su madre

__Claro que no estoy enferma, es mas hoy le gane al despertador y dejé mi cama..._ Fue entonces cuando se dio cuenta que la única lista y preparada para ir a clases era ella, mil preguntas pasaron en un segundo por su cabeza incluso que quizás seguía dormida, por eso no dudo en pellizcarse para comprobarlo
__Algo te pasa Luciana, hoy amaneciste muy rara._ Dijo su padre apurando un sorbo de café
__ Ay dios! ¿Qué está pasando? no me asusten... ¿por qué todos me miran así?

En ese momento, Etelvina entraba de pasear a los dos perros labradores y de inmediato notó la cara de susto de la muchacha, no contuvo las ganas de reír, eso asusto más a la joven y cuando logro contenerse la criada dijo;
__Vea pues, niña Luciana, es la primera vez que la veo puntualita en la mesa a la hora del desayuno, bien puesta y muy bonita... pero nunca había madrugado tanto un sábado!...niña Luciana, ¿se siente bien?

Era sábado! sin perder su compostura prefirió el discreto silencio, mostró su mejor sonrisa, más en su interior, hervía de la ira, no le importaba que fuera sábado, menos que hubiera perdido ese esfuerzo por llegar temprano a clases, el único y verdadero motivo para su enojo era... que no desayunaría sus huevos con tocino.

 

LA DECISIÒN  

 

Aquella mañana se sorprendieron los hijos de Efigenia Tovar, estaban todos junto a sus esposas, solo la única hija mujer y la mayor de los hermanos se atrevió a preguntarle;
__¿Y eso mamá, porque no te pusiste el vestido negro?... es nuevo ese vestido, ya sabes que van a decir las señoras del pueblo... ¿se te olvidó hoy que estamos de luto aún? mira que vinimos todos como siempre a la mesa y aún no está listo el desayuno...¿te sientes bien?.__ Efigenia se tomó su tiempo para responder, sin prisa alguna tomó asiento en el viejo sillón de su difunto esposo.
__Estoy cansada de la misma rutina, llevo más de treinta años siendo tan solo la criada obediente y silenciosa, primero fue para ayudar a mi madre, ¿cómo negarse? después de todo era la autora de mis días... yo sé que eran otros tiempos! por eso no dudé en aceptar la petición de Francisco... estaba enamorada y solo haría cosas para él y no para mis cinco hermanos... ¿me preguntan que si fui feliz? claro que sí! durante cinco años viajamos por el país, los mejores años de mi juventud y no me arrepiento por ellos... luego comenzaron a llegar los hijos, no voy a negar que Esperanza era mi consentida, después de todo es mi única hija mujer, luego llegaron los varones...lejos estaba de imaginar la gran decepción, se me fue media vida tratando de complacerlos en todo, en curarle las heridas, en consolarlos cuando su padre los reprendía fuertemente, después de todo, eso era lo que se esperaba de mí.__ Tomó un poco de agua y suspiró, las lágrimas comenzaban a invadirla, pero estaba decidida, esta vez no dejaría que nadie ni siquiera sus hijos, le harían cambiar la decisión que ya había tomado
__ Ayer fue el último día de riguroso luto que por un año le guardé a la memoria de Francisco, ya no tengo más obligaciones con ninguno de ustedes, desde hoy serán sus esposas quienes los atiendan, para eso se casaron con ellas...no es culpa mía que eligieran a niñas con cara bonita y bonito cuerpo que dejan quemar una limonada... yo sé que son profesionales de gran respeto, que trabajan duro, ¿acaso no trabaje duro yo? no es mía la culpa si ellas no saben cumplir con algo tan elemental como saber cocinar... a ustedes debería darles vergüenza! cuando estaba recién casada con su padre, me sorprendió con que sabía cocinar mejor que yo! y eso que eran esos tiempos en que la cocina era el único puesto para nosotras... no te atrevas a burlarte de la memoria de tu padre Esperanza, no tienes el derecho a decir nada porque me decepcionaste, esperaba de ti una mujer a carta cabal, no quisiste aprender las cosas básicas de cómo manejar un hogar, ¨cuando me case con un millonario voy a tener diez criadas¨ fueron tus palabras textuales, a ver, ¿dónde está ese magnate?... ¿Dónde están tus diez criadas? es inútil razonar con ustedes, por eso les digo, desde hoy barren, lavan, asean y cocinan otras, ah! se me olvidaba decirles que hace dos meses vendí la casa y la hacienda, por eso me ven así, ya me voy... Ya! están hechos y derechos, el que se casa quiere casa y canasto para la plaza... en tres días viene mi compadre a tomar posesión de lo que le pertenece, no se preocupen por mí, voy a estar bien y feliz.__ sin detenerse a oír a sus hijos y sus nueras, tomó una pequeña maleta y salió

 

LA COCINERA

 

La sencilla mujer que llevaba en una canasta los huevos recién puestos por las gallinas se detuvo cerca a la puerta de la gran casa donde trabajaba como cocinera, la detuvo el tono de voz que se colaba desde el cuarto de la señorita Virginia, no es que fuera de andar llevando y trayendo chismes de los patrones, solo que esa mañana de radiante sol le llamó la atención todo lo que la joven citadina decía;
__Te lo juro Cristina! venir a la finca de mis abuelos cada año es una tortura peor que una prisión nazi...es lo mismo! campo de concentración o prisión es la misma vaina!... aquí no hay ni siquiera electricidad para prender un radio y oír algo de música, menos mal que mi teléfono móvil tiene buena carga por ahora, esto es aburridor! me voy a perder la fiesta de Santiago...¿Qué cosa? yo sabía que por venir a esta tierra olvidada por la civilización perdería la oportunidad de conquistarlo... ¿volver? no estas ni tibia, es el aniversario de mis abuelos, aunque parecen de otro siglo son mis abuelos... si Cristina, ¿Qué voy a hacer todo este fin de semana? estaré muy aburrida y me tocará dormir como un oso en invierno, si vieras esto, es deprimente, la única que no es más vieja que todos los demás es la cocinera, de ella ni te cuento, se la pasa todo el día sonriente y cantando, la pobre no conoce más allá del pueblo cercano, pero en su favor debo decir que es muy amable, Estoy aburrida Cristina! ¿Por qué no vienes en tu automóvil y me rescatas de esta horrible prisión?... ¿te vas a la playa con tu novio y no fuiste capaz de invitarme?...Cristina, Cristina!__ el teléfono emitió una señal sonora que le indicaba que la batería se estaba agotando, mientras la joven lanzaba una maldición al teléfono y a su amiga, la criada se escabulló ágil y sigilosa hacia la cocina.

A la hora del desayuno, todos le indicaban a Virginia que se alegrara por el aire puro y fresco y otras tantas bondades de la vida campestre, entonces el abuelo con serenidad le dijo;
__Tienes que dejar tu mal carácter, fíjate en Gloria, nuestra cocinera, allí donde la ves, ha viajado más que tú, así no lo parezca, no le importan los lujos, ¿no te dije que habla francés y alemán con fluidez?__ la joven que apenas se contenía dijo con una trabajosa calma;
__ si estuvo en Europa y sabe tantas cosas.. ¿Por qué carajos está sirviéndonos el desayuno?

La cocinera como siempre sonriente dijo mientras servía más jugo de naranja;
__ Siempre he sido la cocinera de sus abuelos, me llevaron cuando el señor fue nombrado para asuntos diplomáticos, me casé en parís, mis hijos son alemanes, ellos ya están casados y yo viuda, puedo ir y volver cuando me plazca... la razón de estar aquí es que me aterraron los campos de concentración y me hacía mucha falta la sencillez de mi pueblo, créame niña Virginia, soy muy feliz aquí, en este remanso de paz.

La joven pasó en tan solo un segundo de la inconformidad y la rabia al más evidente bochorno y silenciosa tomó un poco de jugo de naranja

 

ASÍ NADA MAS

 

Recién había dejado de llover cuando apenas el sol anunciaba su esplendorosa llegada, aún estaba el pasto húmedo, lustroso, resbaladizo y ya la incansable Hortensia estaba acosando a las gallinas en el galpón, el desayuno no da espera y ya el café recién colado está despertando a su esposo y sus tres hijos varones, pero ella siempre sonríe, agradecida con la vida en aquella sierra de la cual ha salido muy pocas veces porque para ella no existe otro lugar más hermoso que ese pedacito de paraíso.

Chopo, el labrador de cinco años que su hijo mayor le trajo cuando volvió del servicio militar. la sigue por todos lados porque sabe que después de las gallinas el también tendrá su desayuno por eso no deja de menear la cola, era como todos los días en la parcela, pronto seria el matrimonio de la consentida Lorena, la rosa más bella de toda la sierra, por eso era que aquella mañana él no estaba, había marchado a la capital con la tía Gertrudis, para comprar algunas cosas, ya se imaginaba lo hermosa que estaría ese día, y ya habían dispuesto el arreglo en la iglesia del pueblo y Camilo, su marido había aceptado por fin usar un saco y corbata.

De pronto, de la espesura del bosque, muchos pájaros salieron en desbandada y chopo comenzó a ladrar de manera incesante, acercándose con cautela a la entrada d la propiedad, fue entonces cuando Hortensia supo que algo muy raro pasaba
__¡Camilo!... ¡Camilo, tenemos visitas!

Esa fue la última mañana en la cual Hortensia y Camilo junto a sus tres hijos varones verían la belleza de las montañas y respirarían el fresco aire de la sierra, fue la última vez que el eco de los ladridos de chopo se oyeron entre las montañas, porque en menos de una hora, de ese hogar campesino y feliz solo quedarían los recuerdos amarillentos en viejas fotografías
atesoradas muchos años después por una mujer que ese fatídico día quedo huérfana y porque no, viuda.

Una horda de violentos amparados en baladíes discursos políticos borro este y otros sueños a punta de balazos, así nada más

 

LA DECISIÓN  II


Las puertas de la regia mansión del egocéntrico millonario se abrían para dejar entrar a la más joven de sus hijas y la más díscola de su prole, Magnolia le traía un encargo del abogado de su padre, luego de saludarlo y de alegrarse por su recuperación de una molesta enfermedad gracias a sus cuidados tomo asiento para escucharle.

__Espero que no tomes a mal lo que estoy por decirte, no deseo que desates toda esa inmadurez que te caracteriza, se cuánto me amas, nadie más que yo sabe de tu enorme sacrificio en todo este tiempo... Estoy maravillado de tu gran dedicación en los cruciales días que han pasado, cuando todo parecía estar en mi contra y solo tú, estuviste a mi lado, yo que había perdido toda esperanza de verte dedicada al cuidado de una familia porque había visto que no servías para los duros menesteres de administrar un hogar, eres de los tiempos modernos que aún considero echados a perder, debo reconocer que te has ganado mi respeto._ El padre hizo una pausa para tomar un poco de agua destilada que ella todos los días le compraba, con suavidad volvió a hablar;

__Ahora que todo esto que ha pasado está superado, ahora que todos esos lisonjeros están por invadir esta casa con el pretexto de visitar al convaleciente, debo pedirte que abordes el primer vuelo que salga de la ciudad, vete lo más lejos que puedas, en ese maletín que traes he puesto para ti una fortuna tal que no podrás despilfarrarla aunque tengas diez vidas más... no me mires con terror que no pienso en el suicidio, es algo que te debía, pronto se desatará una tormenta de intrigas y confabulaciones en esta familia y yo te quiero como ya te dije, lo más lejos posible para que no seas víctima de la masacre sentimental que estoy a punto de desatar._ la joven no daba crédito a todo aquello que había escuchado casi que en secreto de confesión, no esperaba esa reacción de su padre, entonces a muy baja voz le pregunto;

__ ¿Estás seguro de eso papá? ¿No deberías hacer un testamento como todo el mundo? después de todo tienes más hijos y una esposa que te quiere mucho._

__No hay marcha atrás Magnolia, como le dije a mi abogado, conozco muy bien la clase de carroñeros que forman esta familia, ya es hora que te vayas, la pelea de fieras por el control de esta manada pronto va a comenzar.
 

ENCUENTROS
 

Ella caminaba desprevenida por esas callejuelas coloniales de ese pueblo que parecía atrapado en el pasado por voluntad propia de sus habitantes, Gloria a cada paso que daba sobre los adoquines parecía levitar cual diosa erótica, dejaba una estela aromosa de ese fino perfume que él le había traído de Francia, dejaba a todos los transeúntes hechizados, perplejos, soñando con el paraíso.

El, de paso firme mas no prepotente, avanza con la frente en alto esbozando una sonrisa que arranca suspiros a todas aquellas damas que lo miran, sueñan con que sea el padre de sus hijos, sueñan despiertas que es solo para cada una de ellas, mas solo alcanzan a decirse para sí mismas;¨¡ay dios, que portento!¨

La vieja plaza donde se escribió mucha historia patria es testigo bajo el sol de la tarde que viene acompañado de la suave brisa, del diario encuentro donde él y ella logran que las palomas revoloteen, que los jilgueros canten y que todo un pueblo suspire de enamorada envidia
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BÚSCAME EN EL CAMINO

 

Nadie más que el hombre de casi 70 años quedaba a esa hora en el campo santo, a decir verdad solo asistieron al funeral, un sacristán y el sepulturero, no era de extrañarse porque el caballero y la difunta procedían de un país lejano, entonces, seco sus lágrimas con el pañuelo que ella le había comprado una tarde en marruecos y tardo unos segundos para comenzar

__Bueno Sofía, solo quedamos tú y ... solo yo, después de cinco décadas juntos hoy te quedas en este cementerio de Manaos, creo que toda la culpa es mía, no fui capaz de darte un hogar como siempre me decía mi paz de, el hogar es importante para la felicidad... yo solo quería siempre viajar contigo, recorrer cada rincón del mundo sin prisa, con las pausas que fueran necesarias, desde el más abrasador de los desiertos hasta las más heladas cumbres, esa era la única
motivación que me impulsaba día con día, porque ser caballero andante contigo como escudera era todo lo que necesitaba para justificar mi paso por esta vida agitada y cambiante.
No era solo viajar como vulgares turistas en plan de todo incluido...No, mejor era vagar los dos sin rumbo establecido, durmiendo en lugares diversos, probando alimentos exóticos, conocer a esa otra gente sencilla en esos apartados e insólitos del planeta donde todo es mágico, donde la felicidad es la dueña y señora de casas muy modestas porque muy poco se tiene para presumir.

¡Y nos veíamos tan jóvenes! sentíamos entonces como si fuera apenas esta mañana cuando decidimos comenzar nuestro camino, un paso a la vez¨ me dijiste aquella mañana a las 10, entonces saltamos al camino que ya el sol nos señalaba, primero el final de la calle. Luego la primera jornada... entonces fueron 50 años de increíbles aventuras.
¿Recuerdas aquella noche bajo los cerezos en el jardín imperial del Japón? como olvidar aquellas fragancias que nunca supimos de donde procedían, quisimos imitar al más eficaz de los sabuesos para dar con el origen de tan maravillosos aromas...Fracaso total, nos miramos, nos besamos largamente a mas no poder.
Nunca te vi más emotiva como aquella tarde cuando llegamos a ese rio de muchos colores ¨¿cómo es posible que tanta belleza pueda estar junta en este insólito país?¨ decías llena de sentimientos encontrados, pasabas del asombro al llanto maravillado, ningún otro de nuestros momentos fue como el de ese día en aquel paraíso llamado caño cristales.
Debo continuar la marcha sin ti, no lloro porque te llevo junto a mi achacoso corazón, nos veremos en la parada del ultimo autobús donde me estarás esperando radiante, vestida de terciopelo, bella como siempre, no tarde en separarme un pasaje de abordar en el expreso en que vas... no te olvides, espero impaciente__

El caballero puso la última rosa blanca sobre la sepultura y se marchó con paso cansino bajo las primeras gotas que ya insinuaban pertinaz lluvia.

  

EL DILUVIO

SEGÚN JUANITO

 

Las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer esa mañana a pesar que el sol había madrugado ese día
__ Te dije que llovería Juanito, pero no me creíste, ahora ya vez cuánta razón me asiste, no en balde tengo casi cinco veces tu edad._ decía la abuela desde la cocina mientras colaba el café, pero el pequeño solo veía el más radiante de los soles entrar por todos los ventanales de la casa
__ No se vale Abu, es solo una leve brizna, es un rocío atrasado, no se puede llamar lluvia a cuatro tristes gotas, además el hombre del clima dijo anoche que hoy sería un día muy soleado, creo que él te gano en el pronóstico._ le replicó el jovencito acabando de calzarse sus zapatos más cómodos, la abuela que ya degustaba unos sorbos de su café miraba como era su costumbre matutina hacia las montañas, hizo una pausa para decir;
__Deberías salir al jardín para que veas que tan soleado es el día que tú y el tonto ignorante de la televisión están pregonando
Juanito abrió la puerta y salió como un cohete rumbo al jardín, de pronto, se detuvo en seco, sus inocentes ojos de niño citadino jamás en su corta vida habían visto un cumulo nimbos de tal tamaño, los rayos del sol apenas se colaban por algunos resquicios de las nubes, aquella nube oscura le pareció a Juanito una réplica de aquellas que vio cuando le enseñaron sobre el diluvio universal en el catecismo, entonces, decidió que salvaría a cuantos animales pudiera de la inminente inundación que su mente infantil podía concebir, se puso a corretear a las gallinas haciéndolas entrar al gallinero, no tuvo problemas para llevar al pequeño cerdo al mismo lugar… el caos llego justo cuando intento meter al perro después de los gatos, fue tal el alboroto que todo su trabajo quedo de nuevo fuera del gallinero, en medio de tremenda algarabía la abuela no podía creer lo que sus ojos veían.
__Pero… ¿Qué carajos paso aquí Juanito?__ el pequeño entre asustado y eufórico dijo;
__El diluvio Abu, el diluvio ya viene y tenemos que salvar a todos los animales… de verdad Abu
La señora se puso a reír, le toco la cabeza a su nieto y le dijo;
__ Solo será un aguacero con ventisca, durara más o menos unas tres o cuatro horas, es el primero de la temporada en esta región… ya deja las gallinas quietas y vamos adentro, voy a servirte el desayuno: _
El pequeño Juanito miraba fascinado minutos más tarde desde el comedor de la abuela como llovía tan copiosamente, como nunca lo había visto desde su casa en la ciudad

 

SOÑAR CUESTA…

 A VECES
 
 

Estaba ante él, la maravilla más preciosa que sus ojos jamás alcanzaron a imaginar, aún en sus sueños despiertos de grandeza y ostentación, no era que no fuera merecedor de nada de valía en la vida, sus ojos siempre vivaces ahora estaban a punto de lagrima por la emoción y la dicha, sencillamente no daba crédito a lo que estaba temeroso de tocar, de sentir, solo podía en esos instantes de alelamiento decirse de labios para dentro ¨¡no puede ser, está aquí!¨
Daba un paso hacia adelante y se devolvía dos, por fortuna era muy temprano aquella mañana y estaba solo en el jardín, si sus hermanos mayores lo hubieran visto actuar de esa manera ya estarían diciéndole mil cosas, era una tortura menos, entonces se decidió a pensar en todas las posibilidades para que aquella maravilla no fuera para él.

Se acercó decidido a tocar el hermoso caballo negro azabache que brillaba como estrella bajo el sol matutino, mil veces había soñado con montar uno así, desde que lo cautivaron por vez primera las películas del zorro, era tan suave su pelaje, era tan armoniosamente perfecta su estampa que se convenció que definitivamente ese caballo era solo para él, porque recordó que justo ese día, era el día de su cumpleaños, mientras lo acariciaba comenzó a divagar;

__Se llamará trueno centelleante, lo entrenaré para que sea el más veloz en las carreras, el más hábil en saltos y paso fino, no solo ganara en los hipódromos, también lo hará en los más importantes certámenes de adiestramiento y por qué no la medalla de oro olímpica en salto... ¡sí! ¡Abran paso al más grande de los grandes! ¡Admiren al caballo que no tiene rival alguno en toda la tierra!... ya verás hermoso trueno centelleante, está preparado tu camino a la gloria, lo haremos juntos palabra que sí.

Media hora después, aún continuaba soñando con la grandeza y la fortuna cuando una voz casi tan potente como el más atronador de los cañonazos lo acabo de confundir mucho más

__ ¡¿Otra vez?! deja ese animal en paz, mil veces te he dicho que no tienes derecho a soñar con un ejemplar de este calibre... ¿Qué es en esta ocasión?... no me digas, de nuevo el sueño de tu cumpleaños, mira Juan; ya no puedo seguir dándote más oportunidades, esta es la última vez que sacas el mejor caballo del patrón y te pones a soñar con riquezas fabulosas propias de cuentos de hadas, el buen gusto y las cosas finas no están hechas para los que tenemos caspa y alpargatas, recoge tus cosas y pasas por tu liquidación
__se nota que nunca ha tenido sueños, es cruel hasta en el día de mi cumpleaños_ decía sin dejar de sobar el terso lomo perfecto del caballo
__Claro que tengo sueños, pero no son imposibles como los tuyos... y ya deja de acariciar a sultán, déjalo de una vez que tanto sobar pela_ y el capataz se llevó a sultán de regreso a su establo

 

 

                                                     

1 comentario:

Lyliam dijo...

Jo!! Buenísimo el de "Abuelito en donde estás?" Genialmente relatado Carlos´una trama para película! Vuelvo amigo,otro abrazo.