Caminabas esa tarde... ¡evitabas!
como diosa en medio del paraíso
fue el destino el que así lo quiso
que preso de amor yo quedaba
Hoy mi corazón te alaba
por ti soy cual gato sumiso
no respiro sin tu permiso
si quieres, mi vida se acaba
Caminas muy lento hacia mi
entonces agradezco al cielo
gracias por enamorarme de ti
Cuido con mucho amor y celo
esta pasión que vale por mil
y que dios cubre con sacro velo
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